sábado, 21 de mayo de 2011

CRÓNICA DEL ACTO DEL 7 DE MAYO

expr:id='"post-body-" + data:post.id'> Por fin llegó el día. La expectación era máxima. El primer protagonista en entrar al salón de Actos fue nuestro querido José María Blanch, al que se iban acercando para saludarle parte del público que poco a poco iba afluyendo a la Sala.

Frases como “mi padre (o mi abuelo) era divisionario” se comenzaban a oír con alegría y orgullo…
Los camaradas de la Vieja Guardia de Albacete iban y venían, querían que todo saliese perfecto el día de su
presentación oficial.



En la calle llovía…y mucho.

Se acercaba la hora prevista y no llegaban los camaradas de la HVG de Madrid. “¿Qué pasa?” “¿Ha sucedido algo?” se preguntaba ya nerviosa la Vieja Guardia local. Entonces alguien daba la noticia, nuestros camaradas de Madrid iban a llegar tarde, ya que desde su salida en coche un verdadero diluvio les acompañaba y para más inri, se habían parado a ayudar a un coche accidentado. Mientras, la cafetería del Ateneo estaba a rebosar; risas, alegría, ¿qué importaba que comenzara tarde? Por fin hicieron acto de aparición nuestros camaradas de Madrid. Un sentimiento de alivio nos recorrió el cuerpo. Estaban sanos y salvos a pesar de las vicisitudes del viaje y del persistente aguacero que habían padecido.

Comenzó el Acto con una salutación del Delegado de la Vieja Guardia de Albacete Alfonso López, que explicó qué era la Vieja Guardia y en qué iba a consistir el Acto.

A continuación el Presidente Nacional de la Vieja Guardia, Carlos Batres, tomó la palabra e hizo un breve análisis político de la situación actual.



Tras lo cual llegó uno de los momentos cumbres de la jornada: la imposición de la Medalla de la Vieja Guardia a José Albaladejo. Sin duda la merecía más que nadie:¡72 años ininterrumpidos de servicio a la Falange! ¡Enhorabuena José! En su dilatada trayectoria azul, desde que ingresó en 1939 en el Frente de Juventudes hasta ahora, llegó a ocupar la Ayudantía Provincial de la Guardia de Franco y a obtener la Medalla de Juventudes, la Medalla de Oro de la Orden de Cisneros y la Palma Verde de la Falange. ¡Fue digna de ver la cara que puso nuestro veterano camarada!, ignoraba totalmente que fuese a ser condecorado. Albaladejo, visiblemente emocionado, dijo unas palabras de agradecimiento.



Siguió el Acto con la entrega de carnets a los nuevos camaradas afiliados de Albacete a manos de Carlos Batres.



A continuación, el Delegado Provincial de la Vieja Guardia volvió a tomar la palabra, para presentar a nuestro invitado especial José María Blanch Sabench, al que quiso regalar a modo de bienvenida y agradecimiento, la famosa canción de “Primavera”, cantada a pleno pulmón por todos los asistentes puestos en pie.



Y aquí comenzó la conferencia de Blanch. Pausado, sobrio, cercano y con una memoria prodigiosa, nos fue desgranando poco a poco la que sería una conferencia que muchos no olvidaremos nunca.



Blanch primeramente se centró en echar por tierra con argumentos las mentiras que se cuentan sobre la División de Voluntarios Españoles. A continuación nos habló de las peores dificultades (en el día a día) que encontraron en el frente ruso. Siguió hablando sobre la población rusa y sus relaciones con nuestras tropas. El epílogo lo constituyó, como no podía ser de otro modo, ya que él estuvo allí, la batalla de Krasny Bor.

Posteriormente respondió a preguntas que le hicieron los asistentes, siendo la primera de ellas si se volvería a alistar nuevamente a la División Azul, a lo que respondió, sin dudar, que sí.

Finalizó el Acto con el “Cara al Sol”, tras lo cual, Blanch firmó ejemplares de su libro “Memorias de un soldado de la División Azul” (agotándose en un momento los ejemplares que trajimos la Vieja Guardia para su venta) y fue requerido por muchos de los presentes para fotografiarse junto a él.

Terminamos el día con una comida de Hermandad.

Fue para la Vieja Guardia de Albacete una jornada memorable. Desde este blog queremos dar el más sincero agradecimiento a nuestros camaradas de Madrid, que encabezados por Carlos Batres, nos arroparon y honraron con su presencia una vez más. Gracias Mariola, Ignacio, Miguel, Chumillas y William. Gracias a José Albaladejo, por su ejemplo de falangismo. Y gracias, mil gracias, a José María Blanch, por haber querido compartir con nosotros su experiencia y habernos hecho disfrutar como hacía tiempo no lo hacíamos. Ha sido un honor y un orgullo compartir contigo este día. Gracias también a todos aquellos que abarrotasteis el Salón de Actos del Ateneo, dando muestras de que la Falange sigue viva. Y de modo muy especial al divisionario albaceteño Saturnino Cuevas y a Irene García, viuda y hermana de divisionario.

Tenemos voluntad de que esta conferencia en el Ateneo (institución en la que ofreció un discurso José Antonio Primo de Rivera en febrero de 1930) sea sólo el nuevo inicio de la presencia falangista en Albacete, el volver a nuestras raíces, el volver a estar en el sitio que nos corresponde, en primera línea siempre al servicio de España.


viernes, 13 de mayo de 2011

miércoles, 11 de mayo de 2011

expr:id='"post-body-" + data:post.id'> En breve crónica del acto celebrado y reportaje gráfico y sonoro.